“La actividad como artista de Berta Teglio ha sido durante largo tiempo de fuerte presencia y calidad. Desde la década del ’80 sus textiles la hicieron merecedora de una sucesión de premios. Realizó estudios de Arte Textil con Nora Correas, Dibujo y Pintura con Enrique Aguirrezabala. Desde el año 1984 ha participado en innumerables salones y muestras en Buenos Aires y en el interior del país. En sus comienzos experimentó en varios campos como “miniaturas”, trabajos en papel y aquello que denominó “tejidos y alternativos”.

Con respecto a la foto que se publica, escribe la artista: “fue realizada en el año 2000, tal vez vislumbrando tiempos difíciles, que iban a venir y creo no haberme equivocado. Alude a la sociedad, especialmente a la nuestra. “Los personajes, en gran cantidad, están en las zonas bajas y muy pocos llegando arriba, pero a fuerza de ir ignorando a quienes les interfieren el camino…

…Los hilos tensos marcan infinidad de planos y es donde nos movemos. Me cuesta mucho expresar en palabras todos los sentimientos que me movieron en ese momento”.

En el 2000 le fue otorgado el Gran Premio de Honor Adquisición Presidencia de la Nación Salón Nacional de Artes Visuales, disciplina Textil. Por la excelencia de sus obras la consideramos una de las grandes artistas actuales”.

(Dra. Ruth Corcuera, Historia General del Arte en la Argentina, ANBA)

 


“Berta Jacubowickz Teglio en Incógnita utiliza un violeta azulado intenso, oscuro pero vibrante como fondo de una caja en cuyo interior se encuentran una serie vertical y regular de finos hilos de nylon dispuestos en siete secciones a la manera de encordados de un instrumento musical. Al desplazarnos de derecha a izquierda o viceversa, comenzamos a descubrir que unas pequeñitas esferas blancas engarzadas en los hilos de nylon forman letras que nos impelen a descifrar como si se tratara de un código secreto”. 

(Adriana Laurenzi, Tramemos 61. Año 35. 2013)


”En ambos trabajos presentados, Teglio utilizó una técnica similar: pintó las estructuras con varias manos de acrílico (en la vaca blanco y en el corazón rojo) y cubrió las formas con un tejido de alambre de bronce de 1mm. de espesor. El tejido se realizó montando una urdimbre siguiendo las formas irregulares de los objetos que luego la trama entrelazaría. Ya sea en la “Vaca tejida encajada”, el nombre elegido por Teglio, como en el “Corazón de bronce”, se obtuvo como resultado un notable contraste entre las pesadas masas corpóreas y las capas ligeras y sutiles del tejido que oficiaban de tenues coberturas a la vez que de prisión dorada”.

                                                                            (Gracia Cutuli, Tramemos Nº55)


”Berta Teglio suele hacer cajas en las que los hilos tensados son como cuerdas, trapecios, laberintos, en síntesis son bambalinas del teatro de la vida. En esos hilos habitan personajes diminutos…, bailarines suspendidos en el espacio. Para cajas viajeras, Teglio ha desarrollado la serie “Con la música a otra parte” en pequeñas cajitas donde los personajes ceden lugar a elaboradas esferas insertadas en hilos pentagramáticos, con la presencia de un fragmento de partitura musical de una antigua canción de cuna”…

(Graciela Kartofel, La voz de Michoacán)

 


“La obra Divertimento, 2007 es muestra de este período. El divertimento es una forma musical que se popularizó durante el siglo XVIII, compuesta para un reducido número de instrumentos. Estos solían mostrar un estilo alegre y desenfadado. Con ese espíritu, a través de diversos elementos como el color, la línea, los ritmos lineales, las luces y sombras de pequeños objetos, ofrecer distintas situaciones dentro de ese reducido ambiente permitiendo una relación más activa con el espectador. Rememorando el arte cinético, continúa con este tipo de creaciones en cajas acrílicas permitiendo una vista acabada en toda su amplitud.

A lo largo de su trayectoria, Berta Teglio da cuenta de extendidas búsquedas estéticas e indagaciones materiales en las que adhiere y valora el lenguaje de la abstracción, permitiéndose con mínimos indicios aludir al ser humano, como eje de sus reflexiones en contextos políticos, sociales y económicos difíciles para el país.

En los últimos años, con una mirada introspectiva, centra sus planteos en su historia familiar y personal con producciones que retoman algunos caracteres del arte cinético. En ellas, los elementos que utiliza para crear movimiento óptico y lumínico presentan como rasgo particular el poder sorprender e ilusionar al espectador. Así, lo imposible, por ejemplo, la esfera que apoya sobre un hilo y se mantiene sin caerse en la obra Divertimento, o el juego y la imaginación convierten el objeto en una construcción para todo el público. Si bien, como dice la autora, “El trabajo del artista es solitario y a veces angustiante” lo enriquecedor es haber logrado un objeto ideal para la comunicación de todo el público, sin necesidad de conocimientos en arte, o una información particular, sólo es esencial atreverse a experimentar”.

 

(En Colección de Arte Textil del Museo Eduardo Sívori)